¿CUÁL ES LA HISTORIA DE VALUXXO?

Vengo de un pequeño pueblo de Sicilia, cerca del mar, donde viví muchos años como el menor de tres hermanos. Desde pequeño, supe que mi entorno familiar no era sano.

Mi padre era un alcohólico que maltrataba y engañaba a mi madre, llegando constantemente a casa borracho y actuando con violencia durante casi toda mi infancia.

Desarrollé un fuerte sentimiento de desconfianza y aversión hacia mi padre, ya que mi madre fue enviada al hospital muchas veces por sus abusos. 

Y lo peor es que, por mucho que lo deseara, mi madre era impotente para escapar de la situación porque no tenía trabajo ni dinero y estaba completamente sometida emocionalmente por mi autoritario padre. Así que crecí viendo una dicotomía muy fuerte entre mi padre, fuerte, violento y que no respetaba en absoluto a la familia, y mi madre, pobre, impotente y sin capacidad de decisión.

De adolescente, no era mucho más feliz que de niño. No sonreía muy a menudo. No vivía el tipo de vida divertida y despreocupada que se supone que tienen los adolescentes. Sé que las cosas podrían haber sido mucho peores de lo que eran para mí, pero en ese momento no pensaba mucho en el mundo fuera de mi vida. Lo único que veía era que estaba atrapado con mi familia, mi mala situación en casa y mis propios problemas. 

En esta época es cuando empecé a descubrir mi sexualidad latente y la frustración que me producía no poder expresarme plenamente como hombre gay. Tenía algunos amigos que me apoyaban mucho, y por eso les estoy muy agradecido, pero en general me sentía muy reprimido por la combinación de tener que ocultar mi sexualidad y los problemas que había con mis padres en casa.  

Después de un tiempo, estos problemas comenzaron a expresarse en mí como mi propia forma de alcoholismo, como mi padre antes que yo. Casi siempre que salía con amigos, acababa bebiendo más de lo que podía soportar. Mi problema con el alcohol llegó a ser tan grave que me hizo entrar en coma en tres ocasiones distintas. En el fondo sabía que abusaba de mí mismo de esta manera porque seguía sin ser feliz. El alcohol era mi escape más fácil de la situación. Me permitía olvidarme temporalmente de todo. Por supuesto, eso no ayudaba. Sólo empeoraba las cosas porque seguía teniendo que enfrentarme a la realidad de mi vida. 

Cuando empecé la universidad, me costó mucho concentrarme en mis estudios. Todavía estaba luchando con mis problemas personales. No tenía un sentido de identidad firme y consistente. Al mismo tiempo, mi madre decidió finalmente separarse de mi padre, y yo tomé la decisión, junto con mis hermanos, de irme a vivir con ella y apoyarla en este difícil momento de ser finalmente libre y estar sola. 

Después de dejar la universidad, hice muchos trabajos pequeños para pagar mis gastos. Por desgracia, mi madre decidió volver con mi padre. Me mudé con ella a su casa para seguir manteniéndola. Por supuesto, allí seguía sin ser un entorno seguro y positivo para mí. No era el tipo de lugar en el que quería estar, y finalmente estaba preparada para aceptar ese hecho. Me di cuenta entonces de que tenía que alejarme definitivamente de mi entorno familiar tóxico y aceptar por fin quién era realmente en mis propios términos.

En 2012, vendí mi coche y utilicé el dinero para emprender finalmente mi propio camino. No sabía a dónde iría después, pero sabía que no podía seguir viviendo una vida que no era verdaderamente mía.

Vi claramente que todo lo que me rodeaba era malo para mí, especialmente las personas insanas de mi vida, como mi familia. Me di cuenta rápidamente de que quería aprovechar esta oportunidad para aprender más sobre mí mismo y experimentar el mundo.

Quería ir a un lugar donde pudiera conocer nuevas culturas y nuevas formas de ver el mundo. Quería sentirme por fin seguro y aceptado en el mundo. Quería aprender nuevos idiomas, especialmente el inglés, porque me encantaba traducir las letras en inglés de mis cantantes estadounidenses favoritas.

Quería ser capaz de escuchar las canciones y entender el significado por completo a la primera, sin tener que traducir meticulosamente las palabras. El inglés también era mi idioma favorito para aprender en la escuela y era un idioma clave para el mundo de la moda y la belleza así que finalmente decidí mudarme al Reino Unido. 

La primera ciudad inglesa en la que viví fue Brighton, donde trabajé como asistente de peluquería mientras practicaba mis conocimientos básicos de inglés. Incluso en esas limitadas circunstancias, por fin empecé a ganar dinero y a ver el mundo más allá de la incómoda casa de la que procedía.

A pesar de las dificultades, ya era mucho más feliz de lo que había sido nunca con mi familia. Estando en un nuevo entorno, interactuando con gente casi por completo en un nuevo idioma, me desafió y me obligó a crecer como nada de lo que había hecho antes en casa. Fue duro, pero sabía que era el camino correcto para superar mi problemático pasado.

Fue entonces cuando empecé a estudiar estilismo de moda y asesoría de imagen. Pensé que podía practicar mi inglés en algo que realmente me gustaba, y cada vez tenía más claro que mis pasiones residían en la moda, el estilismo y la belleza.

A partir de ese momento empecé a convertirme en una nueva persona, alguien que se sentía cada vez mejor consigo mismo. Empecé a inspirarme en el arte, la belleza y la gente que me rodeaba. Algo estaba cambiando en mí. Me estaba volviendo más seguro de mí mismo. También me estaba convirtiendo en una mejor persona. 

Decidí dejar Brighton entonces porque estaba preparado para entrar en un entorno urbano con más oportunidades de negocio. Sentí que necesitaba hacer más. Necesitaba salir a la calle.

Necesitaba ver algo más grande y experimentar algo más grande porque sabía que dentro de mí había algo, algo que no había tenido la oportunidad de explorar antes, sabía que quería más… Así que me fui a Londres y solicité trabajar para una empresa que gestionaba desfiles de moda y eventos de belleza para grandes marcas. Gracias a esta experiencia conocí a mucha gente de la industria de la moda y de la música. Era un mundo completamente diferente, un mundo que realmente me encantaba. 

Por fin empezaba a ser capaz de dejar atrás mi pasado. Empecé a sentirme cada vez mejor con mi propia sexualidad, identidad y todo mi ser. Empecé a ser más yo mismo. Entonces decidí que por fin estaba preparado para salir del armario, independientemente de lo que pensara mi familia o el resto del mundo. Por fin me estaba descubriendo a mí mismo, descubriendo lo que quería hacer en la vida, quién quería ser y cómo quería ser en mi vida. 

Las cosas empezaron a mejorar con mi madre y mis hermanos cuando descubrí quién era realmente y qué quería. Sin embargo, nunca volví a hablar con mi padre. Por fin supe que estaba mejor sin que él estuviera en mi vida.

No le odio ni nada por el estilo, de hecho le estoy muy agradecido porque si ahora estoy aquí siguiendo mi camino, viendo cómo se cumple mi sueño quizá sea también por él. Seguía queriendo tener una relación con mi madre y mis hermanos porque me apoyaban en los cambios que estaba experimentando y en cómo me estaba exponiendo. Tenemos un respeto mutuo entre nosotros y aunque seamos muy diferentes en la forma de vivir la vida y de afrontar las cosas en la vida, les tengo mucho amor y respeto.

A medida que me adentraba más en la moda y la belleza, en la locura de los bastidores, en los espectáculos, en los eventos, etc., veía más y más oportunidades de mejorar la forma de hacer las cosas. Al final de cada jornada laboral, me iba a casa y estudiaba, investigaba todo lo que podía sobre moda, belleza, diseño y sobre cómo crear mi propio negocio. Sentía que tenía que hacer algo.

Necesitaba presentar mi mensaje al mundo a través de mi propia marca y de mi propio ser genuino. Una marca tiene que tener una historia convincente creada a partir de la verdad de los valores de las personas que hay detrás, así que empecé a pensar en por qué estaba haciendo esto realmente, y mi propósito quedó claro.

Quería contar una historia a través de mi marca, quería crear algo puro, real, genuino y algo que reflejara la persona en la que me he convertido porque tengo mucho que decir, porque hay mucho que quiero compartir, mucho dentro de mi cerebro.

Una vez que me encontré a mí mismo, toda mi pasión, ambición y fuerza entraron en acción, y decidí crear una marca que representara lo que quería decir al mundo. De ahí surgió la inspiración para mi blog Valextino. Se convirtió en un lugar para dar consejos y sugerencias sobre moda, estilismo y aseo, pero también en un mensaje de esperanza para las personas que habían luchado como yo para cuidarse.